Celebrada en en el jardín familiar: un escenario lleno de historia y significado. Allí, entre la cercanía de sus seres más queridos, Paula y Beltrán unieron dos culturas próximas —Chile y España— en una ceremonia serena y profundamente personal.

La celebración fue tan auténtica como ellos: una barbacoa en el jardín, música rock y un ambiente relajado donde la complicidad brillaba en cada gesto. Todo estuvo impregnado de ternura, alegría y esa naturalidad que convierte lo sencillo en inolvidable.

Las fotografías conservan esa esencia: momentos sinceros y espontáneos, convertidos en un testimonio atemporal de amor y unión familiar.